Las Plantas como la Cuna de Moisés (Spathiphyllum) para purificar el aire de nuestro hogar son cada vez más utilizadas. Y es que los espacios cerrados pueden tener una buena calidad de su aire con la ayuda de las plantas. Además de ser vistosas y adornar nuestros hogares, las plantas son capaces de mejorar la polución de los ambientes interiores. La capacidad de filtrar agentes tóxicos así como metales pesados e hidrocarburos neutralizando todos los efectos nocivos para el ser humano es otro de los beneficios de tener plantas en el interior del hogar. En este caso hablaremos del Spathiphyllum, Espatifilio o Cuna de Moisés (como se le conoce vulgarmente).
Cuidados del Espatifilio o «Cuna de Moisés»
¡Espatifilio o Cuna de Moisés (Spathiphyllum) para purificar el aire y decorar a la vez! Ésta es una planta que se adapta perfectamente a ambientes interiores con poca circulación de aire. Logra desarrollarse en macetas tanto pequeñas como grandes. Moderará su crecimiento de acuerdo al desarrollo radicular que pueda lograr. Esta característica es ideal para las plantas que queremos conservar en dormitorios, livings, etc.
- Requierimientos de luz
Sólo necesita claridad o lo que solemos llamar «semi sombra«. Ésto implica que la podemos colocar la planta en una pared o en una mesa donde los rayos del sol no den directamente pero sí su claridad.
- Sustrato
No requiere de un sustrato específico para su buen crecimiento. Aun así si su maceta definitiva no tiene más de 20 cm de profundidad será conveniente utilizar un buen sustrato ya que es una planta que puede vivir varios años.
Es una planta que tolera mejor las sequías que el exceso de humedad. La maceta deberá tener un muy buen drenaje del agua.
Reproducción de la planta Cuna de Moisés
La reproducción se da por separación de mata. Esto significa dividiremos las raíces cuando haya nacido un brote de unas tres hojas o más con altura superior a los 10 cm.
En la foto se muesta una maceta con 3 brotes. El brote de la izquierda ya presenta un desarrollo apto para su separación. Inclusive ya se ven las raíces.
La separación la realizamos con un suave movimiento manual intentando conservar en la extracción la mayor cantidad de raíces. Aunque no salgan junto con el brote la totalidad de las raíces la planta se desarrollará bien con la ayuda del resto de las raíces. A este nuevo brote le vendrá bien un poco de «Compost» o «Humus» en la nueva maceta. También será conveniente abonar la tierra de la maceta de la «Planta Madre» para que sus raíces sigan dando brotes.
Para finalizar el trasplante se realiza un riego en ambas macetas. En las siguientes dos o tres semanas tendremos ambas macetas en observación. Si presentan signos sostenidos de decaimiento podemos agregar un enraizante orgánico o algún nutritivo líquido orgánico.